EN BUSCA DE LA LIBERTAD
Durante la edición pasada de la FIL, se presentó
en Guadalajara El vuelo de los charcos, de Eduardo Iglesias. Dividido en dos partes, el libro está ambien- tado en la Ciudad Amurallada donde, en un futuro no muy lejano, sus habitantes viven sumidos en el sopor que provoca el capitalismo y actúan en automático convencidos de que son libres, mientras de unos al- tavoces colocados estratégicamente suenan el mar, las olas y las ballenas.
Pero no todos están de acuerdo con el gobierno. Un grupo de rebeldes, considerados como peligrosos terroristas, se mantienen en pie contra el Gran Orden. Se trata de una resistencia que, liderados por Lara Márquez y siguiendo el ejemplo del legendario J Solo, habitan en cuevas y luchan con la esperanza de un día recuperar su libertad.
El libro está dividido en dos partes. La primera, titulada “El escritor imaginario”, reúne un conjunto de textos breves, aparentemente desconectados entre sí, aunque todos sumidos en la misma atmósfera oscura y asfixiante. Los protagonistas son muy varia- dos: un alcalde vengador; un piloto enamorado de los halcones que ya no le encuentra sentido a la vida; un pianista que viaja junto a su perra de cueva en cueva para llevarle música a la resistencia; una mujer que muere atropellada por un camión y no tiene ni una gota de sangre en su cuerpo.
La segunda parte se titula “La mujer sin rastro” y el propio Iglesias la califica como un “plagio” deCuando se vacían las playas, novela que publicó
en 2012. La historia se centra en Samuel Negro, un agente de Servicios Especiales, experto en guerras de guerrillas, que viaja a la Ciudad Amurallada para acabar con la resistencia.
Tras lanzar todas las piezas del rompecabezas en la primera sección del libro, el escritor español invita al lector a convertirse en un detective y formar parte de la historia uniendo cada uno de los fragmentos. Quien busque un libro fácil y lineal no lo encontrará aquí, pero sin dudas, la lectura de El vuelo de los charcos se convertirá en una experien- cia intensa, divertida y gratificante.
FERNANDO HERNÁNDEZ URÍAS@fhurias1
EDITOR PRINT DE MÁSPORMÁS